DROGADICCIÓN EN COLOMBIA
La drogadicción en Colombia, se ha convertido en un tema de salud pública
durante los últimos tiempos, debido a la gran cantidad de personas que se han
transformado en consumidoras de todo tipo de sustancias alucinógenas,
provocando un claro aumento en las estadísticas relacionadas con la
drogadicción en Colombia”.
“Debido a la inmensa cantidad de productores presentes en Colombia y a las cada
vez más rigurosas medidas para evitar que este tipo de sustancias salgan del
país e incluso por tratados con otros países para evitar que la drogadicción en
Colombia siga aumentando, las personas fabricantes de la droga han tenido que
aumentar el consumo interno, provocando que la drogadicción en Colombia llegue
a niveles realmente impresionantes”.
“Por otro lado, es muy común ver en los colegios, universidades y demás centros
de estudios a personas que se dedican a la distribución y venta de sustancias
alucinógenas, uno de los más claros problemas que provocan un aumento de la
drogadicción en Colombia, haciendo que los más jóvenes se encuentren expuestos
en todo momento a caer en este tipo de adicciones que nos ayudan a entender en
realidad el verdadero alcance de la drogadicción en el presente en la
actualidad en nuestro país”.
“Además de lo anterior debemos tener en cuenta que la cultura de nuestro país
se encuentra relacionada en todo momento con la drogadicción en Colombia, ya
sea por: libros, historia, familiares, conocidos, telenovelas, etc., las cuales
se basan en historias relacionadas con el narcotráfico y la drogadicción por
tal razón siempre nos encontramos rodeados de este tipo de temas, los cuales
siempre tratan de llegar a los más chicos del país provocando un notable
aumento de el consumo de drogas en Colombia”.
“Uno de los temas más difíciles de abordar en un país como Colombia sin lugar a
dudas tiene que ver con la finalización de las distribución y consumo de
drogas, un problema social en Colombia que afecta a toda la población pero que
aún nuestro gobierno no ha podido terminar, ya que los índices de drogadicción
siguen creciendo y creciendo”.
“La legalización de las drogas siempre ha sido una solución a tener en cuenta,
pero siempre van a resaltar todo tipo de conclusiones al respecto, ya que los
más jóvenes se encontrarían expuestos a contraer esta adicción a una temprana
edad haciendo que su salud empeore rápidamente, aunque si a esto lo miramos
bajo el modelo impuesto por un país como Holanda la drogadicción en Colombia
podría ser finalizada con un proceso tan complicado como lo es la legalización
de las drogas, lamentablemente nuestra cultura no se asemeja mucho a la de este
estado europeo, por lo cual este proceso sería demasiado complicado de lograr”.
“Por otro lado, un cambio en la cultura colombiana podría ser una solución para
tener en cuenta, sólo que este proceso podría llegar a tardar unos cuantos años
si se analiza de buena manera por parte del Gobierno Colombiano, ya que para
terminar con “Lun mal que aqueja a nuestra sociedad como la drogadicción, se
necesita comenzar a trabajar desde los colegios e institutos para niños
pequeños y crear una mentalidad que siempre busque evitar la inclusión del
pensamiento anormal de la drogadicción”.
El camino que conduce a la drogadicción está empedrado de terrible ignorancia.
El papel de “padres” está colmado de superficialidad por esta época
desventurada y decadente; y la causa de esta situación es la falta de amor
verdadero. La drogadicción día a día es una epidemia mental que se ha propagado
por todo nuestro territorio nacional. Multitud de adolescentes y jóvenes,
algunos dizque muy amados por sus padres, muy mimados, muy queridos, consumen
drogas de toda índole… Pero si hacemos un psico-análisis a esta clase de
criaturas, venimos a encontrar que la situación más adversa de esta cuestión es
la falta de verdadera comprensión en las relaciones padre-hijo. Porque donde
existe verdadero amor es imposible la presencia del consumo de drogas.
Si los padres de familia amaran de verdad a sus hijos sabrían orientarlos
inteligentemente y entonces no existirían los adolescentes los jóvenes
drogadictos. Los drogadictos son el producto de una mala orientación. Los
padres de familia no han tenido suficiente amor como para dedicarse de verdad a
orientar a sus hijos sabiamente. Los padres de familia modernos, de todos los
estratos sociales, sólo piensan en dinero y darle al hijo más y más objetos
materiales, pero no aman de verdad no saben amar y por ello los drogadictos.
La vida moderna es semejante a un charco sin hondura, sin profundidad. En el
lago profundo de la vida, pueden vivir muchas criaturas, muchos peces, pero el
charco situado en la vera del camino, pronto se seca con los ardientes rayos
del sol y entonces lo único que queda es el lodo, la podredumbre, la fealdad.
Es imposible comprender la belleza de la vida en todo su esplendor, si no hemos
aprendido a amar.
Las gentes confunden al respeto y al temor con eso que se llama amor.
Respetamos a nuestros superiores y les tememos y entonces creemos que les
amamos. Los niños temen a sus padres y maestros y les respetan y creen entonces
que les aman. Teme el niño al látigo, a la férula, a la mala calificación, al
regaño en la casa o en la escuela, etc., y cree entonces que ama a sus padres y
maestros pero en realidad sólo les teme.
Dependemos del empleo, del patrón, tememos a la miseria, a quedarnos sin
trabajo y entonces creemos que amamos al patrón y hasta velamos por sus
intereses, cuidamos sus propiedades pero eso no es amor, eso es temor. Muchas
gentes tienen miedo de pensar por sí mismas, en los misterios de la vida y de
la muerte, miedo a inquirir, investigar, comprender, estudiar, etc., y entonces
exclaman: ¡Yo amo a dios, y con eso es suficiente! Creen que aman a DIOS pero
en realidad no AMAN, temen.
Es imposible querer transformar el mundo sin la llamarada del amor. Sólo el
amor puede de verdad aniquilar el mundo tétrico de la drogadicción. Se hace
necesario comprender que sin amor verdadero es imposible que los padres y
maestros puedan guiar a las nuevas generaciones sabiamente aun cuando haya muy
buenas intenciones. Los padres de familia no sabe amar, si supieran amar, los
hogares serían de hecho un paraíso. Es necesario comprender eso que es amor,
eso que no se puede mezclar con los celos, pasiones, violencias, temor, apegos,
dependencia psicológica, etc. etc. etc.
Los maestros y maestras están obligados a formar la responsabilidad de los
alumnos y alumnas y por ello deben prepararlos debidamente para que no se
conviertan en trágicos en la vida, en drogadictos, en seres cobardes, medrosos…
www.acegap.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario