Es una droga que se elabora por síntesis química en laboratorios clandestinos. Se vende aduciendo que sólo posee MDMA, pero generalmente está adulterado.
Las drogas sintéticas como el éxtasis tienen un potencial tóxico adicional, debido a la descontrolada variedad de sustancias (activa y adulterante) que, de hecho, se ofrecen en el mercado ilegal. El éxtasis o MDMA metilendioximetanfetamina) es la más representativa de las drogas de síntesis, por ser la de mayor demanda. Como no tiene control de calidad, su composición es variable y la mayoría del tiempo se desconoce sus verdaderos componentes. Una píldora podría estar adulterada con talco, comprimidos antiparasitarios para perros e incluso con otras drogas potentes como la mezcalina, el ácido lisérgico (LSD) y otras anfetaminas. Se calcula que aproximadamente un tercio de las pastillas que se venden en el mercado tienen cantidad suficiente de MDMA.
Otras denominaciones: Eva, Adán, paloma.
Aspecto: Pastillas o tabletas de distintas formas, tamaños y colores, ilustradas con dibujos y logotipos variados (con el fin de hacerlas más atractivas). Muchas veces, las cantidades y calidades de las sustancias que componen una tableta son distintas en una y otra.
Vía de administración: Normalmente se ingiere por vía oral. Puede también fumarse o inyectarse.
Efectos/Riesgos: Los efectos del consumo de una o dos pastillas (50 a 100 miligramos aproximadamente) pueden durar entre cuatro y cinco horas. El éxtasis aumenta la disponibilidad de neurotransmisor cerebral llamado serotonina, produciendo euforia y desinhibición. También actúa sobre el hipotálamo, que es donde se regula la temperatura del cuerpo. Entonces, una persona que ha consumido éxtasis puede bailar por mucho tiempo sin cansarse, pero el calor provocado por la intensa actividad física puede producirle una violenta deshidratación e hipertermia. El riesgo aumenta si se consume, además, alcohol, pues su efecto diurético (estimula la excreción de orina) acelera la pérdida de agua, pudiendo incluso provocar la muerte. Teniendo en cuenta que casi nunca se sabe con precisión cuáles son los componentes de lo que se vende por éxtasis, sus efectos pueden variar de forma considerable, pero se reconoce que el MDMA produce los siguientes efectos:
Físicos: Energía, alta sensibilidad y reducción de la ansiedad al contacto físico, mayor tolerancia a la fatiga, taquicardia, arritmia e hipertensión, pérdida del apetito, sequedad de boca, sudoración, deshidratación, hipertermia, sobre-estimulación (aumento del estado de alerta, insomnio). En altas dosis produce náuseas, vómitos, temblores, hiperactividad motora, escalofríos y deshidratación severa; pueden experimentarse problemas cardiacos o una insuficiencia renal aguda, que podrían provocar la muerte.
Psicológicos: Ansiedad, irritabilidad, sensación de euforia, estado de placer, sensación de empatía con los demás, locuacidad, omnipotencia. Dosis elevadas pueden producir ansiedad, pánico, confusión, insomnio, psicosis y fuertes alucinaciones visuales o auditivas. Cuando estas sensaciones decaen, sobreviene agotamiento, fatiga, inquietud y depresión, estados que pueden durar varios días. Dado el alto número de personas que se supone ha empleado éxtasis en las últimas décadas, esta droga puede provocar abuso y dependencia.
Los seres humanos necesitamos ser inteligentes y la inteligencia sólo despierta en nosotros cuando despierta la conciencia. La humanidad tiene un noventa y siete por ciento de subconciencia y tres por ciento de conciencia. Necesitamos despertar la conciencia, necesitamos convertir al subconsciente en consciente. Necesitamos tener un ciento por ciento de conciencia.El ser humano no sólo sueña cuando su cuerpo físico duerme, sino que también sueña cuando su cuerpo físico no duerme, cuando está en estado llamado “vigilia”. Es necesario dejar de soñar, es necesario despertar conciencia y ese proceso del despertar debe comenzar desde el hogar y desde la escuela. No quieren los maestros y maestras de escuela darse cuenta cabal que todos los seres humanos tienen la conciencia dormida. Es urgente que los maestros de escuela también despierten para que puedan despertar a los estudiantes.
De nada sirve llenarnos la cabeza de teorías y más teorías y de citar al Dante, a Homero; a Virgilio, etc., si tenemos la conciencia dormida, si no tenemos conciencia objetiva, clara y perfecta sobre nosotros mismos, sobre las materias que estudiamos, sobre la vida práctica. ¿De qué sirve la educación si no nos hacemos creadores, conscientes, inteligentes de verdad? La educación verdadera no consiste en saber leer y escribir. Cualquier mentecato, cualquier tonto puede saber leer y escribir.
El esfuerzo de los maestros debe dirigirse a la conciencia de los estudiantes y no únicamente a la memoria. Los estudiantes deben aprender a pensar por sí mismos y no únicamente a repetir como loros o cotorros las teorías ajenas. Los maestros deben luchar por acabarles el miedo a los estudiantes. Los maestros deben permitirles a los estudiantes, la libertad de disentir y enjuiciar sanamente y en forma constructiva todas las teorías que estudian. Es absurdo obligarles a aceptar en forma dogmática todas las teorías que se enseñan en la escuela, el colegio o la universidad.
Es necesario que los estudiantes abandonen el miedo para que aprendan a pensar por sí mismos. Es urgente que los estudiantes abandonen el miedo para que puedan analizar las teorías que estudian. El miedo es una de las barreras para la inteligencia. El estudiante con miedo no se atreve a disentir y acepta como artículo de fe ciega, todo lo que digan los distintos autores. De nada sirve que los maestros hablen de intrepidez si ellos mismos tienen miedo. Los maestros deben estar libres del temor. Los maestros que temen a la crítica, al qué dirán, etc., no pueden ser verdaderamente inteligentes.
EL VERDADERO OBJETIVO DE LA EDUCACIÓN DEBE SER ACABAR CON EL MIEDO Y DESPERTAR CONCIENCIA.
¿De qué sirve pasar exámenes si continuamos miedosos e inconscientes? Los maestros tienen el deber de ayudar a los estudiantes desde los bancos de la escuela para que sean útiles en la vida, pero mientras exista el miedo nadie puede ser útil en la vida. La persona llena de temor no se atreve a disentir de la opinión ajena. La persona llena de temor no puede tener libre iniciativa.
Es función de todo maestro, evidentemente, la de ayudar a todos y cada uno de los alumnos de su escuela a estar completamente libres del miedo, a fin de que puedan actuar en forma espontánea sin necesidad de que se les diga, de que se les mande. Es urgente que los estudiantes dejen el miedo para que puedan tener libre iniciativa espontánea y creadora. Cuando los estudiantes por iniciativa propia, libre y espontánea puedan analizar y criticar libremente aquellas teorías que estudian, dejarán entonces de ser meros entes mecánicos, subjetivos y estúpidos.
La mente humana está degenerada por el miedo y el dogmatismo y se hace urgente regenerarla mediante la libre iniciativa espontánea y libre de miedo. Necesitamos hacernos conscientes de nuestra, propia vida y ese proceso del despertar debe comenzar desde los mismos bancos de la escuela. De poco nos habrá servido la escuela si salimos de ella inconscientes y dormidos. La abolición del miedo y la libre iniciativa dará origen a la acción espontánea y pura.Por libre iniciativa estudiantes y las estudiantes deberían tener derecho en todas las escuelas a discutir en asamblea todas las teorías que están estudiando. Sólo así mediante la liberación deltemor y la libertad de discutir, analizar, meditar, y enjuiciar sanamente lo que estemos estudiando, podemos hacernos conscientes de esas materias y no meramente loros o cotorros que repiten lo que acumulan en la memoria.
Sólo regenerando la mente a través de una Educación Integral, libre de temores y dogmatismos, tendremos el antídoto real, preciso para generar un mundo libre de drogas de toda clase, de alcoholismo, de tabaquismo y de todo tipo de alucinógenos. En realidad de verdad, la adicción a las drogas, al alcohol, al tabaquismo, etc., sólo es propio de mentes taradas, arruinadas, nocivas, deletéreas…
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