LOS OPIÁCEOS
La DROGA se puede definir según Laurie Peter, como “cualquier sustancia química que altera el estado de ánimo, la percepción o el conocimiento y de la que se abusa con terrible perjuicio para la sociedad”. Según el mismo autor, las drogas están divididas en cuatro grandes grupos; los cuales vamos a estudiar en esta pagina de Formación Cultural Gnóstica.
EL OPIO
El término opiáceo se refiere a los alcaloides presentes en el opio, un extracto de la exudación lechosa y blanca obtenida de la incisión de la cápsula de la amapola o “adormidera” (Papaver somniferum L.). También se ha utilizado tradicionalmente para referirse a los derivados naturales y semi-sintéticos de la morfina. El término Opiáceos es con frecuencia usado incorrectamente para referirse a todas las drogas con acción farmacológica similar al opio o a la morfina. Éstas pueden clasificarse más apropiadamente bajo el término opioide. Los principales opiáceos provenientes del opio son la morfina, codeína y tebaína. La papaverina también está presente, pero prácticamente no tiene efecto sobre el sistema nervioso central, por lo que no se considera un opioide.
1. MORFINA
La morfina es una poderosa droga opiácea empleada usualmente en medicina como analgésico. Es un alcaloide fenantreno del opio, siendo preparado el sulfato por neutralización con ácido sulfúrico. El médico John Ferreira dice que “la morfina es una sustancia controlada, opioide agonista utilizada en premedicación, anestesia, analgesia, tratamiento del dolor asociado a la isquemia miocárdica y para la disnea asociada al fracaso ventricular izquierdo agudo y edema pulmonar”.
Históricamente se sabe que fue administrada primero por vía estomacal, luego levantando la dermis y depositando la dosis necesaria. Adquirió gran nombradía gracias a la invención de la jeringa de Prava y sobre todo a su uso intensivo por parte de los militares durante la guerra de 1907. A partir de 1951 fue posible la síntesis química y de derivados morfínicos. Actualmente la morfina sigue siendo el analgésico clásico más efectivo para aplacar los dolores agudos, pero su manejo va decreciendo a medida que aparecen nuevas drogas sintéticas, las cuales se supone son menos adictivas y permiten que personas alérgicas a la morfina puedan aliviar igualmente sus dolores.
2. CODEINA
La Codeína (DCI) o metilmorfina es un alcaloide que se encuentra de forma natural en el opio. Puede presentarse bien en forma de cristales inodoros e incoloros, o bien como un polvo cristalino blanco. El origen de su nombre es de la raíz griega que significa “cabeza de adormidera”. Es un compuesto que se metaboliza en el hígado dando morfina, pero dada la baja velocidad de transformación hace que sea menos efectiva, lo que conlleva que su efecto terapéutico sea mucho menos potente y con pequeños efectos sedantes. Se toma bien en forma de comprimidos, como jarabe para aliviar la tos, o por vía inyectada.
La codeína es útil para aliviar dolores moderados y tiene mucho menor riesgo que la morfina de provocar dependencia o efectos tóxicos. Si se establece la adicción, mediante el uso prolongado de altas dosis, el síndrome de abstinencia resultante es menos severo. Además posee un sabor extremadamente amargo, por lo que de ninguna manera es agradable al ingerirla. Sin embargo, su efecto analgésico es considerado por la medicina como excelente. Es considerada una Pro-droga, ya que se metaboliza dando morfina.
3. TEBAINA
La Tebaína es uno de los numerosos alcaloides presentes en el opio. Químicamente próximo a la codeína y a la morfina es usado principalmente para crear derivados sintéticos, como la oxicodona y la naloxona. El nombre deriva de la ciudad egipcia de Tebas, que en la antigüedad hacía un gran comercio de opio. Es un marcador del consumo de semillas de adormidera. Las semillas de adormidera contienen diferentes concentraciones de morfina, codeína, tebaína y otros compuestos.
4. HEROÍNA
La heroína es una droga altamente adictiva e ilegal en la mayor parte de los países. Pertenece a la familia de los opiáceos, de las cuales presenta más abuso en el consumo y tiene un efecto muy rápido, y se clasifica entre las sustancias depresoras del sistema nervioso central. Se prepara a partir de la morfina, sustancia que se encuentra naturalmente en los conductos lactirífaros de la cápsula de la “Papaver somniferum” o adormidera, desde donde se extrae mediante cortes superficiales por los que supura látex (opio).
Generalmente se vende en forma de polvo blanco o marrón, o como una sustancia negra pegajosa conocida en las calles como “goma” o “alquitrán negro”. Es una de las drogas de abuso con mayor capacidad para formar dependencia. Su consumo se efectúa por inhalación, directa o vaporizada, transmucosa, intravenosa, oral, intramuscular. Una de las formas de consumirla más comunes es un “chino” que consiste en poner la heroína sobre papel de aluminio y aplicarle una llama por su parte posterior, lo cual hace que se cambie en una sustancia líquida que desprende vapores que son inhalados a través de un “rulo” (tubo, realizado normalmente con el mismo papel de aluminio). A esta forma de consumo se le conoce comúnmente como "fumarse un chino" y los efectos se observan velozmente.
CULTIVO DE OPIO
Entre otros, la heroína provoca los siguientes efectos: sedación, euforia, analgesia, depresión respiratoria (causa principal de la muerte por sobredosis en usuarios de esta sustancia), supresión fulminante de la tos, miosis, náuseas y vómitos, efectos gastrointestinales, cardiovasculares, renales, urinarios. Los usuarios que comparten las agujas (práctica que poco a poco está cayendo en desuso) u otros materiales de inyección corren el riesgo de contagiarse con el VIH, algunas hepatitis y cualquier enfermedad infecciosa.
Es considerada la más adictiva de las drogas, gracias a su forma de consumo, que es de todas las formas en las que puede consumirse una sustancia, la que crea una dependencia aun mayor por parte de los consumidores. De esta manera las muertes por heroína son aun mayores comparadas con cualquier otra y por esto ha tomado el nombre de “la droga asesina”. Es también llamada “H”, y reconocida así entre sus consumidores. Su consumo está dado principalmente en personas entre los 15 y los 35 años en mayor medida y que sean de la ciudad, ya que los índices revelan que esta
sustancia en la población de zonas rurales no es muy frecuente.
Aunque la persona muestre un grado de tolerancia alto, es muy pequeña la probabilidad, por no decir nula, de que sobreviva, gracias a su toxicidad y grado de adicción, sin contar las posibilidades de infección si el consumidor no tiene precaución con las agujas y los implementos que utiliza al hacer uso de esta droga. El síndrome de abstinencia de la heroína, conocido comúnmente como “mono”, es uno de los más fuertes entre las drogas de abuso.
Se localiza tanto a nivel físico como psicológico, siendo el primero el que provoca el cuadro más “aparatoso”. Suele comenzar con moqueo, lagrimeo, calambres y dolores musculares, síntomas similares a una gripe, acompañado de una fuerte ansiedad, seguido de diarrea y vómitos. El cuadro se va agudizando según pasan las horas y puede acompañarse de convulsiones y alucinaciones. Suele remitir a nivel físico entre el 4º y el 5º día. A nivel psicológico se extiende mucho más en el tiempo dependiendo del individuo.
COMENTARIO
Las drogas nos llevan a la incapacidad de adaptarnos a nada o a nadie y a no tener éxito verdadero en la vida. Por lo tanto, la relación con nuestros semejantes, es afectada terriblemente por las drogas destruyéndolo; el ambiente social se torna alienado y materialista; los parientes cercanos y amigos, son para el drogadicto simples formas.
LAS DROGAS DESTRUYEN LETALMENTE NUESTRA EXISTENCIA. Las drogas no nos permiten relacionarnos correctamente con el medio ambiente, es por esto que sobreviene toda clase de conflictos; quien no se relaciona inteligentemente con el mundo exterior, marcha por el camino del error; somos unos fracasados como amigos, negociantes, políticos, y en general, en todas nuestras relaciones con el mundo llamado material, nuestro tratamiento con las cosas y también nuestro trato con la gente, con todo cuanto se refiere a la vida material. No hallamos algo en la vida exterior que nos permita desempeñarnos perfectamente debido a esas
incorrectas relaciones. Cuando uno está mal relacionado consigo mismo carece de conocimiento propio, de conocimientos experimentales directos; las gentes suelen confundir las informaciones intelectivas con la experiencia directa de lo real. Cuando un sujeto está mal relacionado consigo mismo, su Conciencia, por lo general, queda embotellada en las drogas y entonces se procesa en virtud de su propio embotellamiento.
Así la Conciencia embotellada deviene en estado comatoso, con alucinaciones hipnóticas debido a que se encuentra bajo el efecto de tal o cual droga. De manera que las alucinaciones de un sujeto embotellado en las drogas tienen sus causas originales en la abominable fantasía. Observe usted por sí mismo, lo peligroso que es no tener correctas relaciones consigo mismo. El V.M. SAMAEL AUN WEOR, explica lo siguiente: “Lo peor de lo peor es que el drogadicto convierte el vicio en religión y desviado cree experimentar lo real bajo el influjo de las drogas, ignorando que las extrapercepciones producidas por ellas, son meras alucinaciones elaboradas por la fantasía; por ello el fracaso es obvio”.
Por lo general los drogadictos tienden a ser personas inservibles, se convierten en parásitos de la sociedad y de la naturaleza. La capacidad creativa, la independencia, la libertad de pensamiento, etc., desaparecen por completo en él, convirtiéndose en un autómata, un robot humano, en una especie de máquina a la deriva de las circunstancias. Los drogadictos buscan sensaciones cada vez más fuertes, nuevas experiencias, y es así como combinan diferentes clases de drogas, degenerando más rápidamente el cerebro, los órganos respiratorios y otros sistemas fisiológicos de vital importancia para la existencia.
El drogadicto pasa por situaciones espantosas: va a la cárcel, se suicida, muere en accidentes, queda traumatizado, desquiciado; otros cometen crímenes con sus propios padres, hijos, amigos, parientes, etcétera.
Por motivo de la droga, conocemos casos de parejas que tienen que pasar por una vida vergonzosa, dolorosa y amarga, debido a que ellos cuando se iniciaron en la droga no tuvieron en cuenta la posteridad, sus hijos.
MALFORMACIONES DEBIDO A LAS DROGAS
¿Y qué tal aquellos cuadros de los niños drogadictos recién nacidos? Tenemos que las consecuencias congénitas de la drogadicción, de aquellos padres drogadictos, que hasta en los genes penetran los fluidos degenerativos de la droga, en esos padres perversos, completamente bestiales, degenerados, engendran hijos que nacen drogadictos, tarados para toda la vida, condenados a ser un estorbo para la sociedad, una vergüenza de la especie, una carga pesada. Nos preguntamos y le preguntamos a usted, ¿cómo serán las dos próximas generaciones? ¿Con qué humanidad contaremos en el futuro?
La DROGA se puede definir según Laurie Peter, como “cualquier sustancia química que altera el estado de ánimo, la percepción o el conocimiento y de la que se abusa con terrible perjuicio para la sociedad”. Según el mismo autor, las drogas están divididas en cuatro grandes grupos; los cuales vamos a estudiar en esta pagina de Formación Cultural Gnóstica.
EL OPIO
El término opiáceo se refiere a los alcaloides presentes en el opio, un extracto de la exudación lechosa y blanca obtenida de la incisión de la cápsula de la amapola o “adormidera” (Papaver somniferum L.). También se ha utilizado tradicionalmente para referirse a los derivados naturales y semi-sintéticos de la morfina. El término Opiáceos es con frecuencia usado incorrectamente para referirse a todas las drogas con acción farmacológica similar al opio o a la morfina. Éstas pueden clasificarse más apropiadamente bajo el término opioide. Los principales opiáceos provenientes del opio son la morfina, codeína y tebaína. La papaverina también está presente, pero prácticamente no tiene efecto sobre el sistema nervioso central, por lo que no se considera un opioide.
1. MORFINA
La morfina es una poderosa droga opiácea empleada usualmente en medicina como analgésico. Es un alcaloide fenantreno del opio, siendo preparado el sulfato por neutralización con ácido sulfúrico. El médico John Ferreira dice que “la morfina es una sustancia controlada, opioide agonista utilizada en premedicación, anestesia, analgesia, tratamiento del dolor asociado a la isquemia miocárdica y para la disnea asociada al fracaso ventricular izquierdo agudo y edema pulmonar”.
Históricamente se sabe que fue administrada primero por vía estomacal, luego levantando la dermis y depositando la dosis necesaria. Adquirió gran nombradía gracias a la invención de la jeringa de Prava y sobre todo a su uso intensivo por parte de los militares durante la guerra de 1907. A partir de 1951 fue posible la síntesis química y de derivados morfínicos. Actualmente la morfina sigue siendo el analgésico clásico más efectivo para aplacar los dolores agudos, pero su manejo va decreciendo a medida que aparecen nuevas drogas sintéticas, las cuales se supone son menos adictivas y permiten que personas alérgicas a la morfina puedan aliviar igualmente sus dolores.
2. CODEINA
La Codeína (DCI) o metilmorfina es un alcaloide que se encuentra de forma natural en el opio. Puede presentarse bien en forma de cristales inodoros e incoloros, o bien como un polvo cristalino blanco. El origen de su nombre es de la raíz griega que significa “cabeza de adormidera”. Es un compuesto que se metaboliza en el hígado dando morfina, pero dada la baja velocidad de transformación hace que sea menos efectiva, lo que conlleva que su efecto terapéutico sea mucho menos potente y con pequeños efectos sedantes. Se toma bien en forma de comprimidos, como jarabe para aliviar la tos, o por vía inyectada.
La codeína es útil para aliviar dolores moderados y tiene mucho menor riesgo que la morfina de provocar dependencia o efectos tóxicos. Si se establece la adicción, mediante el uso prolongado de altas dosis, el síndrome de abstinencia resultante es menos severo. Además posee un sabor extremadamente amargo, por lo que de ninguna manera es agradable al ingerirla. Sin embargo, su efecto analgésico es considerado por la medicina como excelente. Es considerada una Pro-droga, ya que se metaboliza dando morfina.
3. TEBAINA
La Tebaína es uno de los numerosos alcaloides presentes en el opio. Químicamente próximo a la codeína y a la morfina es usado principalmente para crear derivados sintéticos, como la oxicodona y la naloxona. El nombre deriva de la ciudad egipcia de Tebas, que en la antigüedad hacía un gran comercio de opio. Es un marcador del consumo de semillas de adormidera. Las semillas de adormidera contienen diferentes concentraciones de morfina, codeína, tebaína y otros compuestos.
4. HEROÍNA
La heroína es una droga altamente adictiva e ilegal en la mayor parte de los países. Pertenece a la familia de los opiáceos, de las cuales presenta más abuso en el consumo y tiene un efecto muy rápido, y se clasifica entre las sustancias depresoras del sistema nervioso central. Se prepara a partir de la morfina, sustancia que se encuentra naturalmente en los conductos lactirífaros de la cápsula de la “Papaver somniferum” o adormidera, desde donde se extrae mediante cortes superficiales por los que supura látex (opio).
Generalmente se vende en forma de polvo blanco o marrón, o como una sustancia negra pegajosa conocida en las calles como “goma” o “alquitrán negro”. Es una de las drogas de abuso con mayor capacidad para formar dependencia. Su consumo se efectúa por inhalación, directa o vaporizada, transmucosa, intravenosa, oral, intramuscular. Una de las formas de consumirla más comunes es un “chino” que consiste en poner la heroína sobre papel de aluminio y aplicarle una llama por su parte posterior, lo cual hace que se cambie en una sustancia líquida que desprende vapores que son inhalados a través de un “rulo” (tubo, realizado normalmente con el mismo papel de aluminio). A esta forma de consumo se le conoce comúnmente como "fumarse un chino" y los efectos se observan velozmente.
CULTIVO DE OPIO
Entre otros, la heroína provoca los siguientes efectos: sedación, euforia, analgesia, depresión respiratoria (causa principal de la muerte por sobredosis en usuarios de esta sustancia), supresión fulminante de la tos, miosis, náuseas y vómitos, efectos gastrointestinales, cardiovasculares, renales, urinarios. Los usuarios que comparten las agujas (práctica que poco a poco está cayendo en desuso) u otros materiales de inyección corren el riesgo de contagiarse con el VIH, algunas hepatitis y cualquier enfermedad infecciosa.
Es considerada la más adictiva de las drogas, gracias a su forma de consumo, que es de todas las formas en las que puede consumirse una sustancia, la que crea una dependencia aun mayor por parte de los consumidores. De esta manera las muertes por heroína son aun mayores comparadas con cualquier otra y por esto ha tomado el nombre de “la droga asesina”. Es también llamada “H”, y reconocida así entre sus consumidores. Su consumo está dado principalmente en personas entre los 15 y los 35 años en mayor medida y que sean de la ciudad, ya que los índices revelan que esta
sustancia en la población de zonas rurales no es muy frecuente.
Aunque la persona muestre un grado de tolerancia alto, es muy pequeña la probabilidad, por no decir nula, de que sobreviva, gracias a su toxicidad y grado de adicción, sin contar las posibilidades de infección si el consumidor no tiene precaución con las agujas y los implementos que utiliza al hacer uso de esta droga. El síndrome de abstinencia de la heroína, conocido comúnmente como “mono”, es uno de los más fuertes entre las drogas de abuso.
Se localiza tanto a nivel físico como psicológico, siendo el primero el que provoca el cuadro más “aparatoso”. Suele comenzar con moqueo, lagrimeo, calambres y dolores musculares, síntomas similares a una gripe, acompañado de una fuerte ansiedad, seguido de diarrea y vómitos. El cuadro se va agudizando según pasan las horas y puede acompañarse de convulsiones y alucinaciones. Suele remitir a nivel físico entre el 4º y el 5º día. A nivel psicológico se extiende mucho más en el tiempo dependiendo del individuo.
COMENTARIO
Las drogas nos llevan a la incapacidad de adaptarnos a nada o a nadie y a no tener éxito verdadero en la vida. Por lo tanto, la relación con nuestros semejantes, es afectada terriblemente por las drogas destruyéndolo; el ambiente social se torna alienado y materialista; los parientes cercanos y amigos, son para el drogadicto simples formas.
LAS DROGAS DESTRUYEN LETALMENTE NUESTRA EXISTENCIA. Las drogas no nos permiten relacionarnos correctamente con el medio ambiente, es por esto que sobreviene toda clase de conflictos; quien no se relaciona inteligentemente con el mundo exterior, marcha por el camino del error; somos unos fracasados como amigos, negociantes, políticos, y en general, en todas nuestras relaciones con el mundo llamado material, nuestro tratamiento con las cosas y también nuestro trato con la gente, con todo cuanto se refiere a la vida material. No hallamos algo en la vida exterior que nos permita desempeñarnos perfectamente debido a esas
incorrectas relaciones. Cuando uno está mal relacionado consigo mismo carece de conocimiento propio, de conocimientos experimentales directos; las gentes suelen confundir las informaciones intelectivas con la experiencia directa de lo real. Cuando un sujeto está mal relacionado consigo mismo, su Conciencia, por lo general, queda embotellada en las drogas y entonces se procesa en virtud de su propio embotellamiento.
Así la Conciencia embotellada deviene en estado comatoso, con alucinaciones hipnóticas debido a que se encuentra bajo el efecto de tal o cual droga. De manera que las alucinaciones de un sujeto embotellado en las drogas tienen sus causas originales en la abominable fantasía. Observe usted por sí mismo, lo peligroso que es no tener correctas relaciones consigo mismo. El V.M. SAMAEL AUN WEOR, explica lo siguiente: “Lo peor de lo peor es que el drogadicto convierte el vicio en religión y desviado cree experimentar lo real bajo el influjo de las drogas, ignorando que las extrapercepciones producidas por ellas, son meras alucinaciones elaboradas por la fantasía; por ello el fracaso es obvio”.
Por lo general los drogadictos tienden a ser personas inservibles, se convierten en parásitos de la sociedad y de la naturaleza. La capacidad creativa, la independencia, la libertad de pensamiento, etc., desaparecen por completo en él, convirtiéndose en un autómata, un robot humano, en una especie de máquina a la deriva de las circunstancias. Los drogadictos buscan sensaciones cada vez más fuertes, nuevas experiencias, y es así como combinan diferentes clases de drogas, degenerando más rápidamente el cerebro, los órganos respiratorios y otros sistemas fisiológicos de vital importancia para la existencia.
El drogadicto pasa por situaciones espantosas: va a la cárcel, se suicida, muere en accidentes, queda traumatizado, desquiciado; otros cometen crímenes con sus propios padres, hijos, amigos, parientes, etcétera.
Por motivo de la droga, conocemos casos de parejas que tienen que pasar por una vida vergonzosa, dolorosa y amarga, debido a que ellos cuando se iniciaron en la droga no tuvieron en cuenta la posteridad, sus hijos.
MALFORMACIONES DEBIDO A LAS DROGAS
¿Y qué tal aquellos cuadros de los niños drogadictos recién nacidos? Tenemos que las consecuencias congénitas de la drogadicción, de aquellos padres drogadictos, que hasta en los genes penetran los fluidos degenerativos de la droga, en esos padres perversos, completamente bestiales, degenerados, engendran hijos que nacen drogadictos, tarados para toda la vida, condenados a ser un estorbo para la sociedad, una vergüenza de la especie, una carga pesada. Nos preguntamos y le preguntamos a usted, ¿cómo serán las dos próximas generaciones? ¿Con qué humanidad contaremos en el futuro?
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